Por Lokdos Poesía y el Gato Azul
Fantasmas inquietos que juguetones se asoman
rascando horas turbias de los techos viejos
que caen sobre mis ojos cansados de tanto no mirar
con las manos huecas y los labios plastificados
y mis palabras mudas y mis pasos lentos
hacen eco sobre los cráneos
destrozados por la lluvia eterna
de aquellos perdones rotos por el hachazo del silencio…
que venga el silencio y llegue luego el olvido
que en la muerte no hay más misterio que la propia sombra
que se alarga necia sobre las horas sordas
del último adiós antes del amanecer…